sábado, 2 de octubre de 2010

Una mentalidad ética

El liderazgo comercial se ha vuelto sinónimo de comportamiento poco ético. Los escándalos, despidos masivos y remuneraciones infladas de los ejecutivos han hecho creer a muchos que el mal comportamiento corporativo es la regla. Esta es la razón por la que cada vez es más importante que quienes están en la cima revisen su relación con los clientes, empleados y accionistas. El profesor Gardner ha pasado muchos años estudiando la relación entre psicología y ética en la Escuela de Educación de Harvard.

En esta entrevista realizada por Bronwyn Fryer, editor senior de HBR, Gardner habla sobre lo que él llama la “mente ética”, que les permite a los individuos trabajar en pro de sus colegas, compañías y la sociedad en general. En una época en la que los trabajadores están abrumados por la gran cantidad de información y se sienten presionados por ganar a toda costa, es muy fácil perder el buen camino. Además, los empleados esperan que los líderes les den pistas sobre lo que es apropiado o no.

Así que, si usted es un líder, ¿cuál es el mejor modo de dar el ejemplo? Ante nada, uno debe creer que la integridad ética es fundamental para la salud de la organización. Luego es preciso establecer nuestras creencias éticas y respetarlas a toda costa. Es buena idea ponerse a prueba, reflexionar sobre nuestras creencias, buscar mentores que nos hablen francamente y atacar cualquier comportamiento indebido apenas aparezca.

Después de todo, el mundo se sostiene sobre un balance entre bueno y malo, correcto e incorrecto, éxito y desastre. Debemos decidir de qué lado estamos, y hacer lo correcto.

Historias del camino

Por: Acacia Glass

“Caminante, no hay camino, se hace camino al andar,

Al andar se hace camino y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar “

Tiene quince años, alta, mulata, con ojos color miel, pequeños, vivarachos, inocentes, traviesos, se agrandan cuando se sorprende por algo como cualquier muchachita de campo y de su edad. Mira de frente aunque a veces, baja la mirada por pena o por vergüenza.

Tartamudea un poco, pero cuando coge confianza, habla rápido sobre sus ilusiones, su esperanza de llegar un día a ser doctora, ser alguien y ayudar a su joven madre a salir de la miseria que les toco vivir... Vive en guardarraya de Baitoa, en plena cordillera, el lugar mas pobre, sin servicio básico y olvidado de Baitoa. Donde sobrevivir el día a día es una proeza para la mayoría de sus habitantes. Un lugar que dentro de poco será hábitat de envejecientes pues la juventud emigra, buscando otros horizontes.

Es Francia Delgadillo, camina todos los días unos 5 Km. Ida y vuelta para asistir a la escuela al igual que la mayoría de niños que pasan al octavo grado. A veces desayuna algo, a veces no, pero sigue día a día su camino entre lomas, lodo, o polvo y sol candente, según la trate el clima.

Su hermano de 16, cursaba el segundo de bachillerato, no se sabe si continuara este año, pues sesenta pesos semanales, no aparecen siempre para pagar la guagua que lo llevara al liceo de La Torre.

Ambos son muy buenos estudiantes, pero en condiciones óptimas serian excelentes.

Ella nació un 8 de marzo y el un 26 de enero. Fechas memorables que ojala les sean de buena suerte. Francia soñaba con sus quince. Algunas de sus primas cuyos padres emigraron a Santiago cuando el boom de las zonas francas, llegaban de visita con lindos vestidos a la moda, el pelo arreglado en un salón de belleza y uñas postizas. Varias ya habían celebrado tan soñada fiesta para una quinceañera.

Para Francia eso era imposible, su papa había perdido la razón hace un tiempo, razón por la cual no trabaja, aunque en momentos de lucidez hace “chiripas”.

Su padrastro tuvo un accidente y perdió una pierna y los pocos recursos que llegaron de familiares en Estados Unidos, se fueron en operaciones y medicinas.

Después, todo quedo peor, que antes, la familia sobrevive sin saber como, sin tarjetas solidaridad, sin seguro medico, solo algunas ayudas que nunca son suficientes y la providencia divina.

Y Francia sigue caminando5kms. Quizás más, persiguiendo sus sueños…

Al CTC de Baitoa llego esta historia. Planeamos darle la sorpresa a ella y a Elisa Pichardo, una anciana que cumplió 113 años y aprovechamos para celebrar ambos cumpleaños.

Así que pusimos manos a la obra. Buscar un vestido, zapatillas, arreglarle el pelo, un joven que bailara con ambas…y motivar a la comunidad.

Formamos un comité que trabajo arduamente, para que todo quedara bien.

Miguel Pérez, Saúl Iglesia y la emisora CTC donaron el bizcocho, la gente enviaba refrescos, el programa Control Latino dono la decoración, El Supermercado Peña los dulces, el Sindico José Rafael Peña, la picadura y el transporte, la profesora Charo Fabián el traje y las zapatillas de la niña, Gladis Pineda puso su salón de belleza y le

Desrizo el pelo, la peino, la puso bella, la esposa de Saúl Iglesia Margarita, se encargo de de la confección del biscocho en Santiago, de ir a buscarlo y de maquillar a la quinceañera. Zuleyka Núñez, encargada de la biblioteca, tomo el asunto, como un desafío personal, hizo las invitaciones, visitaba a la gente, trabajo como loca, hizo tanto que ya ni me acuerdo. Colaboraron también Isabel Núñez, administradora del centro, su asistente Elisabeth Peña Ito Pérez, Luis Francisco Paulino y su esposa Lula.

Por momentos creíamos que no podríamos llegar, había mucha neblina y amenaza de lluvias, pero gracias a Dios que pudimos y esta empobrecida comunidad, en plena cordillera pudo festejar estos cumpleaños y llevar un poco de alegría a estas dos valiosas

Mujeres baitoeras, cada una en el escenario y el tiempo que les deparo la vida.